Se ha comprobado que el arte es un canal de fortalecimiento espiritual y genera muchos beneficios como elevar la autoestima, la autoconfianza, reduce el estrés y la ansiedad, estimula la memoria y la concentración.
Las actividades artísticas fomentan el desarrollo intelectual de los niños: estimula ambos lados del cerebro. Aumenta la capacidad de memoria, atención y concentración. Leen mejor y tienen mejor rendimiento en clases de matemáticas y ciencias.
A través del arte, los adolescentes estimulan diversas capacidades, por ejemplo: potencian su imaginación, mejoran su expresión oral y habilidades manuales, además de incrementar su capacidad de concentración y memoria.
Para los adultos no es menos importante: reduce el estrés y ayuda al bienestar emocional.
En los adultos mayores, ayuda a frenar el deterioro cognitivo, a trabajar la autoestima, el control de la motricidad fina y gruesa, estimula la creatividad.